¿Y si volvemos ya?

Todo iba muy bien hasta ahora. Pero justo hoy, a media tarde, he empezado a darme cuenta de que me apetece volver. Seguramente siempre ha estado dentro de mi ese sentimiento, pero la curiosidad por descubrir cosas nuevas lo tenía oculto. Al fin y al cabo, soy yo el que no está, el que se ha ido hacia lo desconocido. No puedo negar que me encontraba cómodo con la situación. Incluso más de lo esperado. Creo que eso es bueno. Bueno para los dos. Estoy convencido de que puede dar solidez. Pero el sentimiento empieza a querer salir de su escondite. La cosas a veces se salen del camino recto. Y la distancia no ayuda. Sea como sea, ahora mismo tengo la sensación de que el escondido sentimiento pronto se hará dueño y señor de la situación. Veremos qué sucede mañana.